Constantemente, no lo contrario.

Ahora ella está durmiendo mientras yo martilleo las teclas suavemente para no despertarla, no tengo que molestarla, no puedo molestarla. Una vez me robé una brújula y se la regalé para que jamás perdiera su norte pero ahora la veo siempre sobre la mesa, acumulando polvo. A lo mejor yo también necesito una, o dos. Por las mañanas a veces me empuja fuera de la cama con dulces palabras y yo le sirvo desayuno en la cama luego de despertarla. Mi intención es tratarla siempre como una princesa aunque inevitablemente a veces me sorprenda tratandola como una perra.
Sí, es cierto que te debo un montón a ti, por no decirlo todo ( y a tu familia otro tanto) y también te veo cansada como yo pero creo que no somos nosotros, si no el peso de los kilómetros recorridos a estas alturas. Somos igual de inestables y desprotegidos pero juntos mantenemos el balance sobre la cuerda. Los sentimientos no se acaban, cambian de forma y lo que ayer pudo ser amor mañana puede ser odio, cansancio o costumbre pero aún falta un trecho para pensar que podemos estar en ese estado alguna vez. Ahora es tarde y este posteo no prosperará, de hecho lo subiré por solo unpar de días u horas quizás. Quería hablar de ese fin de semana en el que pudiste ser la guinda de la torta, cuando te llamé y escuchaste a mi banda favorita sin ningún interés por el teléfono y yo salté y mis amigos me recibieron como siempre lo hacen los amigos cuando uno cae desde lo alto. Ahora debo dormir para mañana despertarte con el desayuno y para que me abraces de nuevo como cuando no me escondes nada. Sabes lo que quiero decir, sabes lo que va aquí. Te amo...constantemente.