martes, 12 de septiembre de 2006

Zapatillas Rotas

Un amigo me dijo hace un tiempo que alguien que no me conociera no entendería un carajo de este blog. Tal vez sea mejor así, desenvolverme en un aparente anonimato para permitirme mayores licencias al escribir.

Ya van a ser seis meses desde que llegué a pisar las duras veredas capitalinas y son muchas horas de material las que guardo para desenfundar con unas cervezas junto a los amigos que quedaron de pie luego del huracán. si antes mis zapatillas estaban gastadas hoy ya están rotas de frentón de tanto caminar cuatro horas diarias por un par de semanas, como mínimo. Conocer nativos es la mejor forma de conocer el territorio al que se llega y no ha sido nada del otro mundo. Los santiaguinos no son ni tan vivarachos ni tan parcos como se cree pero tienen toda la intención de serlo. Pero dejando de lado un poco el contexto vamos a la medula del asunto, la razón que me lleva a pegar una lamina mas en este álbum.

Vivir solo fue solo un instante, a ora comparto el techo, que con tanta suerte conseguí, con el amor de mi vida y pesar de todo ha sido increíble llegar a casa y ver a la persona que uno ama en casa. Ahora parece un hogar lo que antes era una bodega cualquiera. El sillón que se convirtió en cama permanente ahora está completo y el ropero ya no es inmenso. El calor de hogar sureño se cuela a veces por debajo de la puerta. Problemas hay como en todos los recintos con puertas y ventanas, anda que no se pueda solucionar hablando, dando un poco para recibir mas de lo que uno imagina.

Extraño a mi familia, a la sanguínea y a la que formé con el resto. A los cómplices de siempre y los que me prestaban sus oídos para descargar todo lo malo que me ahogaba por momentos o desde siempre, pero a pesar de todo creo que al fin comprendieron que me era mas sano alejarme para poder ser yo y hacer lo que quería que quedarme dando vueltas en circulo sin llegar a ninguna parte.

Aún queda mucho por delante, casi tanto como lo que dejé atrás para poder valerme por mi mismo, siento que avanzo y eso es bueno, siento que todo sacrificio tuvo y tiene sentido si tienes aunque sea una mínima noción de donde y con quien quieres estar. Espero que lo que hoy está mal mañana esté bien, espero que aún haya paciencia para entender que lo que hoy se hace es para un mañana mejor que espero impaciente. Perdónenme, pero no soy un huevón que soltaron a la calle, yo salí solo y ahí he aprendido gran parte de lo que se. Puede que no sea mucho pero cada mañana al abrir los ojos estoy listo para aprender mas.

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