lunes, 9 de noviembre de 2015

Escribir hasta el borde.

Escribir para sanar, aclarar la cabeza para disparar y ser mas certero. No es nuevo darse cuenta como estos espacios se han transformado en autos abandonados a la orilla del camino, a veces alguien vive al interior como aferrándose a la idea de que algún día el motor va a marchar y lo llevará lejos, mágicamente.
Problemas no faltan y es casi automático que cuando apunto a este rincón alguien sospeche y tome resguardo de mis acciones, mis venas corren a abrazarse con el filo centelleante del cuchillo, pero no están los tiempos para esa perdida de tiempo ni para jugar al enfermo, ahora estoy muy ocupado.
Quiero escribir para descansar y dejar de cargar estas ideas que de tanto trajín ya están envenenadas y rancias, obsoletas algunas.
Quiero escribir para acercarme a tiempos peores desde la comodidad de mi silla y a través de una pantalla que me escuda de mi mismo.
Estoy feliz y contento, el enfermo esta vivo pero está muy ocupado como para hacer la fila y esperar que lo atiendan, no con la salud como está.
En resumen volví a escribir por necesidad, por reflejo y por costumbre. No por recordar ni por exorcizar demonios, solo para ocupar mas espacio y ser mas transparente, mis demonios y yo estamos bien, ya hicimos las paces o al menos eso hice yo.  

No hay comentarios.: