Cuando abrió los ojos yo estaba pensando donde ir a fumar mi último cigarro. Me preguntó que había dicho el doctor que recién había salido por la puerta y yo no supe que mentira decirle. Sin esperar mi respuesta miró sus heridas y lanzó una broma que rebanó el aire, luego volvió a preguntarme "¿Estuve a punto de morir por ellas?".
No sabía que decir pero el no esperaba que yo dijiera nada.
"No te preocupes, yo sé que es mi sangre la que me está matando"
Volvió a dormir, lo que no sé es hasta cuando.
jueves, 24 de julio de 2008
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