Balance y café.

Me acabo de sentar frente al monitor y el teclado después de preparar café y apagar el otro teclado, el Casio, que me entretuvo por más de una hora.
Hoy me dí cuenta de que las anecdotas se empiezan a apilar en las repisas como las canciones y sin hacer mucho ejercicio mental puedo contarlas con detalles exactos y efectos especiales. Es cierto que no hay tantas notas escritas en el papel pero en mi cabeza orbitan miles de ideas listas para agarrar la guitarra y apretar rec. En unos días mas voy a tener lo que buscaba para poder volver de visita al sur y mostrar que no me vine de agrandado o de mañoso sino que vine por algo y que lo estoy consiguiendo paso a paso. En estos pocos meses he avanzado mas que en los años dormidos pero también es cierto que todo esto no hubiese sido posible sin el aprendizaje adquirido durante ese tiempo.
Winamp confabula a favor de los recuerdos y va dejando canciones como migas de pan en el camino a esa exposicion gigante de recuerdos e historias para contar este fin de año, algunas chistosas y otras tristes, unas fomes y otras felices. A fin de año siempre es tiempo de balances y este año tengo bastante que evaluar. Fue un año intenso y de muchas lagrimas y miedos, se vino encima y paso como una aplanadora sin patente, como el botellazo contra el cemento que escuché recien. El año y los cambios no me mataron pero aún no se si me hicieron mas fuerte, lo único que se es que me dejaron mucho aprendizaje. Aprendí a hacer arroz y como arreglar un calefont, aprendí a callar y a gritar cuando se debe, aprendí a amar sin poner límites y seguir adelante aunque este cómodo donde estoy.
Quiero agradecer a Camilo y a Roberto por acompañarme y compartir conmigo mi pasión, por acompañarme en esas largas noches de ensayo y por ayudarme a concretar de a poco un sueño de años. A mi familia que después de tantas peleas entendió (en parte) lo que estoy haciendo y porqué lo hago. A los sureños que encontré regados por el pavimento y que me ayudaron a no sentirme tan lejos. A mis amigos de siempre que me apoyaron y supieron perodonar mis errores. A mi familia adoptiva por todo el apoyo y la comprensión. Pero de forma muy especial a mi Lolita por aguantarme, por amarme, por levantarme y empujarme, por darme tanto y enseñarme todo desde cero. Te amo, tu sabes que si.
Ya es hora de ir a dormir asi que me despido... y como decía un viejo humorista cuyo nombre no recuerdo... "Buenas Noches, que lo pasen bien".